Recientes investigaciones confirman que los niños que han sido formados musicalmente desarrollan mejores habilidades que le proporcionarán los elementos para ser más plenos en su vida adulta. Estas investigaciones se encuentran respaldadas por psicólogos, pedagogos, especialistas musicales y médicos.

Un niño feliz, es un adulto pleno

Si a ello le sumamos el estudio en conjunto coral e instrumental, el niño afianza y perfecciona sus habilidades sociales, afina su atención y concentración y mejora su capacidad de reconocer diferentes timbres sonoros.

Por estas razones y muchas otras (en la revista científica Colombia Médica se publicó un extenso artículo al respecto), no puede ofrecerle mejor inversión a su hijo o hija que el estudio de música. Entre más pronto empiece, más logrará apreciar sus resultados. Además, recuerde que los artistas gozan de mayor popularidad con sus amistades y conocidos, lo que le creará una autoestima y sentido de pertenencia de mayor alcance, algo que la autoconfianza de su hijo le agradecerá, sobretodo al llegar la adolescencia.
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No deje pasar más tiempo y empiece hoy mismo. Es una inversión que perdurará hasta la edad adulta.